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Mindy Weisberger es redactora sénior de Live Science y se ocupa de temas generales como el cambio climático, la paleontología, el comportamiento extraño de los animales y el espacio. Mindy tiene un máster en cine por la Universidad de Columbia; antes de trabajar en Live Science, produjo, escribió y dirigió medios de comunicación para el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York. Sus vídeos sobre dinosaurios, astrofísica, biodiversidad y evolución aparecen en museos y centros de ciencia de todo el mundo, y han recibido premios como el CINE Golden Eagle y el Communicator Award of Excellence. Sus escritos también han aparecido en Scientific American, The Washington Post y How It Works Magazine.

10 dinosaurios que aún existen

Las aves modernas descienden de un grupo de dinosaurios bípedos conocidos como terópodos, entre cuyos miembros se encuentran el imponente Tyrannosaurus rex y los más pequeños velociraptores. Los terópodos más emparentados con los avianos pesaban por lo general entre 100 y 500 libras -gigantes en comparación con la mayoría de las aves modernas- y tenían un gran hocico, grandes dientes y poco espacio entre las orejas. Un velociraptor, por ejemplo, tenía un cráneo como el de un coyote y un cerebro del tamaño de una paloma.

Durante décadas, el único vínculo fósil de los paleontólogos entre las aves y los dinosaurios era el archaeopteryx, una criatura híbrida con alas emplumadas pero con los dientes y la larga cola ósea de un dinosaurio. Estos animales parecían haber adquirido sus rasgos de ave -plumas, alas y vuelo- en sólo 10 millones de años, un mero destello en el tiempo evolutivo. “El Archaeopteryx parecía haber surgido completamente con las características de las aves modernas”, afirma Michael Benton, paleontólogo de la Universidad de Bristol (Inglaterra).

Para explicar esta milagrosa metamorfosis, los científicos evocaron una teoría que suele denominarse “monstruos esperanzadores”. Según esta idea, los grandes saltos evolutivos requieren cambios genéticos a gran escala que son cualitativamente diferentes de las modificaciones rutinarias dentro de una especie. Sólo esas alteraciones sustanciales en una escala de tiempo corta, decía la historia, podrían explicar la repentina transformación de un terópodo de 300 libras a un ave prehistórica del tamaño de un gorrión, Iberomesornis.

Terópodos

Aunque los científicos consideran que las aves son los únicos descendientes de los dinosaurios que aún existen, hay muchos otros animales vivos que los científicos consideran más cercanos a los dinosaurios. Los seres vivos más cercanos a los dinosaurios deben ser examinados en términos de clasificación de las especies.

Los dinosaurios se clasifican como reptiles, un grupo que incluye cocodrilos, lagartos, tortugas y serpientes. De este gran grupo de animales, aparte de las aves, los cocodrilos son los seres vivos más parecidos a los dinosaurios.

Antes de entrar en la lista de animales estrechamente relacionados con los dinosaurios, vamos a retroceder un poco y cubrir algunas diferencias y similitudes. A continuación se presentan algunas similitudes entre los dinosaurios y los organismos vivos actuales.

● Los dinosaurios construían nidos y ponían huevos al igual que las aves y los reptiles modernos. Además, tanto los dinosaurios como los reptiles y las aves son animales vertebrados, lo que significa que todos tienen una columna vertebral con algunos apéndices.

Sólo hay unas pocas especies vivas de reptiles que son ovovivíparas, un término científico utilizado para describir el proceso de eclosión de las crías a partir de huevos que han sido incubados dentro del cuerpo del animal.

Cocodrilos

Stephen Poropat no trabaja, asesora, posee acciones ni recibe financiación de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y no ha revelado ninguna afiliación relevante más allá de su nombramiento académico.

¡Qué pregunta tan interesante! Bueno, técnicamente los dinosaurios siguen aquí en forma de aves. Al igual que tú eres descendiente directo de tus abuelos, las aves son los únicos descendientes directos que quedan de los dinosaurios.

Para entender esto, tenemos que entender la “evolución”. Se trata de un proceso que explica cómo todo ser vivo (incluido el ser humano) evolucionó a partir de seres vivos anteriores a lo largo de millones, o incluso miles de millones, de años.

Los distintos animales evolucionan con sus propias diferencias para poder sobrevivir en el mundo. Por ejemplo, hace 66 millones de años, las aves sobrevivieron al evento catastrófico que mató a todos los demás dinosaurios y marcó el fin de la era mesozoica.

Pero los pájaros lo hicieron, quizá porque ya entonces eran pequeños. Probablemente comían semillas e insectos y se refugiaban en espacios reducidos. Y el hecho de poder volar les habría ayudado a explorar a lo largo y ancho en busca de comida y refugio.