Zorro ártico

La percepción de los lobos como un peligro para las personas tiene una larga historia en la sociedad humana.    En realidad, el riesgo de que los lobos ataquen o maten a las personas es bajo.    Los lobos suelen evitar a las personas, los edificios y las carreteras, y los encuentros son raros.1 Por ejemplo, un estudio publicado en 2002 revisó las interacciones entre lobos y humanos en Alaska y Canadá, donde viven más de 60.000 lobos.2 Entre 1900 y 2000, un periodo de 100 años, el estudio sólo encontró 16 casos en los que lobos salvajes y sanos mordieron a personas. En seis casos, las mordeduras fueron graves. Ninguna mordedura puso en peligro la vida.    En otros 12 casos se trataba de agresiones de lobos conocidos o sospechosos de estar rabiosos. En América del Norte, no hay relatos documentados de personas muertas por lobos salvajes entre 1900-2000.2-4

En todo el mundo, en los raros casos en los que los lobos han atacado o matado a personas, la mayoría de los ataques han sido de lobos rabiosos.4,5 Es poco probable que los lobos sean un reservorio a largo plazo de la rabia, pero pueden contagiarse de otras especies (véase la Hoja de Información sobre la Enfermedad).5 La mayoría de los incidentes de rabia se producen en otros animales salvajes como mapaches, mofetas, zorros y murciélagos.6 La disminución de la incidencia de la rabia en todo el mundo ha llevado a la disminución del número de ataques de lobos rabiosos.4

Qué comen los lobos

Los lobos se desarrollan a partir de las crías a un ritmo increíble. Los cachorros nacen, a finales de abril, tras un embarazo de sólo dos meses. Nacen sordos, ciegos y no pesan más que una lata de refresco. En ese momento, los cachorros sólo pueden hacer una cosa: mamar la leche de su madre.

Al cabo de un mes, los cachorros pueden oír y ver, pesan tres kilos y exploran y juegan en la madriguera. Los padres y, a veces, los hermanos de uno o dos años, llevan la comida a la madriguera. La comida se regurgita para que la coman los cachorros. Hacia los dos meses de edad (finales de junio), los cachorros están completamente destetados y sólo comen carne. A los tres meses de edad (finales de julio), las crías viajan hasta unos cuantos kilómetros para llegar a los lugares de encuentro, donde esperan a que los adultos regresen de las cacerías.

Los cachorros que sobreviven hasta los seis o siete meses de edad (finales de septiembre) tienen dientes de adulto, son un ochenta por ciento de su tamaño y viajan con la manada durante muchos kilómetros mientras cazan y patrullan su territorio. Cuando la comida es abundante, la mayoría de los cachorros sobreviven hasta su primer cumpleaños. Con la misma frecuencia, la comida escasea y ningún cachorro sobrevive.

Datos curiosos sobre los lobos

Los lobos pertenecen a la familia de los cánidos y parece que se desenvuelven muy bien en el entorno adecuado. De hecho, son los mayores de todos los cánidos, a excepción de algunas especies de perros. Son carnívoros y su tamaño puede variar considerablemente según el lugar donde vivan. Algunos de ellos sólo pesan unas 55 libras de peso, mientras que otros pueden llegar a pesar 200 libras. Su tamaño puede variar entre 40 y 65 pulgadas de longitud. Esta medida es desde la punta de la nariz hasta el final de la cola.

Durante mucho tiempo han tenido una mala reputación en la naturaleza. Son animales muy inteligentes que viven en grupos que se conocen como manadas. Tienen un pelaje grueso que les ayuda a sobrevivir en diversos climas. Viven en muchos lugares del hemisferio norte. Sin embargo, el espacio de que disponen para vagar es cada vez menor.

Los lobos viven en pequeños grupos llamados manadas. Pueden tener entre 6 y 20 miembros a la vez. Tienen un área de distribución muy amplia que abarca de 33 a 6.200 km2. Cazan en grupo, lo que les permite abatir grandes presas, como alces y alces. Este tipo de caza ayuda a garantizar que haya suficiente comida para toda la manada.

Gato

El lobo (Canis lupus[a]), también conocido como lobo gris o lobo de las Indias, es un cánido de gran tamaño originario de Eurasia y América del Norte. Se han reconocido más de treinta subespecies de Canis lupus, y los lobos grises, como se entiende coloquialmente, comprenden las subespecies no domésticas/ferales. El lobo es el mayor miembro existente de la familia Canidae. También se distingue de otras especies de Canis por sus orejas y hocico menos puntiagudos, así como por un torso más corto y una cola más larga. No obstante, el lobo está lo suficientemente emparentado con especies Canis más pequeñas, como el coyote y el chacal dorado, como para producir híbridos fértiles con ellos. El pelaje de los lobos suele estar moteado de blanco, marrón, gris y negro, aunque las subespecies de la región ártica pueden ser casi todas blancas.

De todos los miembros del género Canis, el lobo está más especializado en la caza cooperativa, como demuestran sus adaptaciones físicas para abordar presas de gran tamaño, su carácter más social y su comportamiento expresivo muy avanzado. Se desplaza en familias nucleares formadas por una pareja apareada acompañada de sus crías. Las crías pueden marcharse para formar sus propias manadas al alcanzar la madurez sexual y en respuesta a la competencia por la comida dentro de la manada. Los lobos también son territoriales y las peleas por el territorio son una de las principales causas de mortalidad de los lobos. El lobo es principalmente carnívoro y se alimenta de grandes mamíferos salvajes con pezuñas, así como de animales más pequeños, ganado, carroña y basura. Los lobos solitarios o las parejas apareadas suelen tener más éxito en la caza que las grandes manadas. Los lobos pueden ser infectados por agentes patógenos y parásitos, especialmente el virus de la rabia.